Sólo tu me eres fiel
esperándome cada noche.
Sólo tu me tratas bien
cuando pedí que me arropes.
No me preguntas qué he hecho
hasta las tantas,
me arropas con tus mantas
y me cobijas en tu lecho.
Dándome calor
en las noches más frías,
haciéndome de guía
hacia un sueño tentador
En el que vuelo
gracias a tu cariño
siendo como un niño
que juega en tu velo
Amiga incondicional,
de mi árbol, rama.
Nadie me quiere más.
Mía, mi cama.
Publicado por
Daniel
on 06 mayo 2009
1 comentarios:
El final me ha dejado seca, no sé por qué.
Me másmoló el poema :).
Publicar un comentario